Que «I Love You», «I Need You», «I Want You» estén entre los títulos más recurrentes —al menos entre las canciones que logran entrar en las listas de éxitos— no resulta demasiado sorprendente e indica que público y cantantes están muy necesitados de cariño: sabemos que el amor es la respuesta aunque no hayamos escuchado siquiera la pregunta. Más llamativo resulta que en un análisis sobre los palabras más empleadas en los títulos a lo largo de los últimos cincuenta años nos indique que si bien «love» y «baby» se mantienen imperturbables en su trono, en los últimos años se hayan incrementado considerablemente otras como «money», «body», «sex» o «foul». Y ya algo directamente perturbador es que —de acuerdo a este otro estudio— en la presente década las palabras más comunes sean «hell», «fuck» y «die». Algo está pasando, tal vez tenga que ver con el auge de la música rap. Sea como fuere, merece también la pena fijarse en el extremo contrario, en aquellos títulos rematadamente extraños y sorprendentes. Como los ejemplos son innumerables si lo desean pueden añadir en los comentarios sus favoritos.
(La caja de voto se encuentra al final del artículo)
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«You’re the Reason Our Kids are So Ugly», de Lorretta Lynn & Conway Twitty
El despecho es una fuente inagotable de inspiración y al amor perdido se le canta tanto o más que al encontrado, claro que esto es llevarlo a otra escala. El tema lo cantan dos estrellas del country, de hecho Lorretta Lynn ha tenido hasta una película biográfica, Quiero ser libre, con Sissy Spacek y Tommy Lee Jones, que le valió a la primera un Óscar.
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«Zungguzungguguzungguzeng», de Yellowman
Su nombre artístico proviene de su inusual condición de negro albino jamaicano. Además, un cáncer que le afectó a la mandíbula le dejó un aspecto físico un tanto peculiar que ha aprovechado como portada de sus discos. Así que en vista de lo anterior se ve que ya no andaba para convencionalismos y en 1982 bautizó así una de sus canciones más conocidas.
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«Fuera las manos chinas del Vietnam socialista», de Siniestro Total
Este grupo vigués no podía faltar. Responsables de títulos como «Inspección rutinaria de caseríos», «¿Qué tal, homosexual?», «Menea el bullarengue» o «Más vale ser punkie que maricón de playa», prácticamente se puede escoger cualquiera de sus obras al azar para una lista así. Esta pertenece al álbum de 1982 ¿Cuándo se come aquí?, y nos muestra lo concienciados que estaban por los problemas del mundo y más concretamente por el sudeste asiático, un conflicto geopolítico que les quitaba el sueño y finalmente tuvieron que abordar posicionándose sin medias tintas.
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«My Guitar Wants To Kill Your Mama», de Frank Zappa
Tampoco Zappa y su banda The Mothers of Invention iban a quedarse fuera. Sus títulos a veces adquirían la forma de incisivas preguntas como «What’s the Ugliest Part of Your Body?» o «Why Does It Hurt When I Pee?» y otras eran más categóricos, como en «Jesus Thinks You’re a Jerk». La que tienen sobre estas líneas es una de sus composiciones más recordadas.
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«Ni contigo ni sintigui», de Manzanita
Este cantautor gitano sabía dar titulares llamativos a la prensa y también a sus composiciones. En este caso claramente evoca el clásico de U2 «With or without you», pero teniendo en cuenta que fue publicado varios años antes entonces quizá fue la banda irlandesa quien encontró en él su inspiración.
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«Que me coma el tigre», de Lola Flores
Claro que si hablamos de Manzanita no podemos dejar de lado a la que hubiera sido su tía política, de haber consolidado su relación con Manolo Caracol. La película El taxi de los conflictos reunió a todas las celebridades de la época, entre ellas Lola Flores interpretando este tema.
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«Lucy in the Sky with Diamonds», de The Beatles
El mérito en este caso corresponde al hijo de John Lennon: un día le enseñó a su padre un dibujo de su compañera de clase Lucy acompañándolo de una descripción y así quedó bautizada la canción para la posteridad. Por las descripciones lisérgicas de la letra, que remiten a Alicia en el País de las Maravillas, desde entonces se ha querido ver en las iniciales una referencia al LSD, aunque los componentes del grupo sostienen que fue solo una feliz casualidad.
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«Every Time I Eat Vegetables It Makes Me Think Of You», de Ramones
El recuerdo del ser amado puede llegar de mil formas distintas y así es como el autor de la letra, Joey Ramone, lo expresaba.
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«Are ‘Friends’ Electric?», de Tubeway Army
Además de servir de inspiración para Blade Runner, Philip K. Dick tuvo el acierto de dar con uno de los títulos más originales que haya tenido una obra literaria: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Como aquí estamos hablando de títulos de canciones entonces cabe citar este de la banda de Gary Numan inspirado en dicha obra.
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«If The Phone Doesn't Ring, It's Me», de Jimmy Buffett
Más allá del te quiero hay muchos títulos que describen por sí mismos toda una relación. Hay perfiles de personalidad de todo tipo en ellos, desde el canalla «How Can You Believe Me When I Say I Love You, When You Know I’ve Been A Liar All My Life?», hasta el desesperado, como en «If You Leave Me, Can I Come Too?» o en «I Wonder If You’re Drunk Enough To Sleep With Me Tonight». Algunos por su parte gozan de un excepcional amor propio: «I Wish I Were A Woman (So I Could Go Out With A Guy Like Me)». Unos se muestran partidario de las relaciones duraderas, «If Whiskey Were A Woman, I’d Be Married For Sure» y otros no: «If You Don’t Leave Me, I’ll Find Someone Who Will». Y por último, hay quien sabe mostrarse desdeñoso sin perder la compostura, como el que encabeza estas líneas.
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«The Piano Has Been Drinking (Not Me)», de Tom Waits
Los títulos imaginativos pueden ser unas veces humorísticos, otras poéticos y también situarse a medio camino entre ambos puntos, como en este tema que apareció en el álbum de 1976 titulado Small Change.
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«Smells Like Teen Spirit», de Nirvana
Una exnovia de Kurt Cobain en cierta ocasión hizo una pintada en un muro con la frase «Kurt Smells Like Teen Spirit», aludiendo a una marca de desodorante femenino llamada Teen Spirit. Él no la conocía y parece ser que se tomó la expresión en el sentido más poético, al fin y al cabo lo último que se espera de un espíritu es que huela a algo. Así quedó entonces bautizada la canción que se convertiría en un formidable éxito de la banda.
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«What Godzilla Said to God When His Name Wasn’t Found in the Book of Life», de American Music Club
Las preocupaciones religiosas siempre se han expresado también por medio de la música. El antiguo cantante de Dead Kennedys y Mojo Nixon se preguntaban si Jesús estaba bebiendo con ellos. Mientras que Beck creía ver al mismo diablo tras un taco que le había sentado mal. El ejemplo sobre estas líneas gira en torno a la exégesis de los textos sagrados, quién sabe si el encargado de destruir Sodoma o Babilonia fue Godzilla, tal vez estuvo en el Edén o subió al arca de Noé, nunca lo sabremos porque no se le menciona. Lo peor es que tampoco aparece en el Libro de la Vida, el registro en el que están escritos los nombres de aquellos que lograrán la vida eterna.
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«X», de System Of A Down
Tras tantos títulos más largos que la canción que encabezan, repletos de perífrasis, subordinadas y digresiones, que cuando has terminado de leerlos ya no te acuerdas de cómo empezaban, concluimos con uno bien breve y que sin embargo es una incógnita abierta a múltiples interpretaciones.
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